El saber ocupa lugar.

No hay error. El saber ocupa tiempo, espacios,esfuerzos. Ocupa gran parte de la vida de los chicos y de sus familia. Ocupa la planificacion e implementacion de politicas. Ocupa asignar recursos y su responsable administracion.
La educacion es un derecho humano y uno de los principales derechos sociales que debe garantizar el Estado. Siempre debio ocupar un lugar de interés primordial para formar y desarrollar las capacidades intelectuales y productivas de la sociedad.
La educación es un derecho único porque tiene la capacidad de fomentar al mismo tiempo la identidad cultural, la integración social, la formación ciudadana,el compromiso democrático y el desarrollo económico. Por eso ocupa lugar, aunque muchas veces menos del que realmente necesita nuestro país.
Todos podemos hacer más para hacerle lugar a la educación. Al hacerlo de forma acorde, privilegiams a los que menos tienen, a los más chicos y a nuestro propio futuro.
De la vida de los niños y de su formación, son responsables sus padres, sus maestros y el Estado. El saber debiera ocupar cada vez más recursos, debate social, espacios dearticulación y planificación política delargo plazo.
Como los rayos de una rueda, nada puede avanzar en la educación sin el compromiso y la participación de todos.
Si, tenemos escuelas; sí, los docentes hacen una tarea valiosa en condiciones difíciles; sí, hay preocupacióny financiamiento creciente; sí,hay un anueva Ley de Educación.
Pero todavía faltaasumir nuevos compromisos para establecer una verdadera política de Estado, de largo aliento, que sobrepase las diferencias políticas en basea acuerdos sociales.
Por eso, en este año electoral, no debiera haber plataforma política sin la educación como cuestión central. Todos debemos exigir a los candidatos nacionales y provinciales propuestas concretas acerca de cuánto piensan invertir enla educación, qué políticas van a desarrolar y cuál es su plan de acciones.
Claro que esto "ocupa lugar", pero si no lo acupa ahora... todos seremos responsables de abandonar nuestro propio futuro.